Tecnología

¿Por qué pedir una subvención sigue dando más miedo que ilusión?

Decíamos “ayudas” o “subvenciones” y ya nos dolía la cabeza… ¿o hemos sido solo nosotros?

No creo, pero… lo más loco es que muchas veces sabíamos que podríamos beneficiarnos de más de una. Siendo empresa, autónomo, pyme… da igual. Las ayudas están ahí. Algunas son pequeñas, otras más grandes, pero todas tienen el propósito de entregar oportunidades de crecimiento.

El problema empieza antes.

Empieza con la sensación de que arrancar ese proceso es más tedioso que la ilusión que podemos sentir por conseguir la ayuda, esto no es solo una percepción: muchas veces es real.


Para ilustrarte lo que decimos, basta con mirar esta convocatoria publicada en el BOE, sobre ayudas a proyectos de microelectrónica y semiconductores. Más de 20 páginas con referencias cruzadas, lenguaje técnico y condiciones que no son fáciles de interpretar si no se tiene experiencia previa en este tipo de trámites.

Es un ejemplo real que refleja algo que muchos sentimos: que el verdadero obstáculo no es que no existan ayudas, sino lo difícil que puede ser entender por dónde empezar.


Ahí es donde muchos se bajan. (antes de empezar)
Contratar una asesoría no siempre es viable; no entendemos por qué lo hacen tan difícil.
Seamos sinceros, no queremos invertir el poco tiempo que tenemos en algo que quizás a medio camino ni se de.

Lo que buscamos no es una nueva ley. Buscamos algo que nos lo haga más fácil, imaginamos esa IA, (con su gorra de experta en subvenciones) que entienda de ayudas, identifique las que ni pensamos, nos guíe paso a paso, y que no nos cobre una fortuna por hacerlo.

Ese “algo” (o “alguien”) que sabe de verdad, que sin tapujos habla claro para que podamos entenderle. Ese aliado que sabe dónde mirar, qué evitar, y cómo ayudarnos a llegar.

Eso es lo que hemos desarrollado en Subventech.
Un gestor experto en ayudas y subvenciones, impulsado por IA, que combina tecnología con acompañamiento experto. Porque queremos que acceder a una ayuda deje de ser una odisea y que nadie más pierda una oportunidad, solo por no saber por dónde empezar.

Que sea un complemento. Que nos solucione. ¿Por qué no?

Escribir, sentir y vivir las frustraciones (y, por qué no, también las ilusiones) es humano. Pero también lo es reconocer lo que funciona y soluciona, aunque no lo hayamos usado antes.


¿Por qué no probar esa medicina preventiva (evitar el dolor de cabeza) y trabajar con un gestor que nos ayude y nos permita acceder a más subvenciones, simplificando lo más engorroso del proceso?

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *